La sociedad, nuestra sociedad. ¿Cuántas veces
escuchamos hablar sobre sus defectos, sobre cómo en otros países ciertas cosas
no pasan, o no pasarían? Dentro de la pila inmensa de artículos publicados
sobre estos temas, creo que hay mucho escrito para rellenar el suplemento del
domingo, mucho de ese estúpido sentimiento de que todo lo ajeno es mejor, así
como otro tanto de devoción por el "primer mundo" y de frustración
por no ser todo lo europeo que deberíamos. Pero también me parece que hay algunas
críticas muy certeras - y por ello tan incómodas - como, por ejemplo, Inepsia,
de Martín Caparrós.
Todos tenemos nuestros defectos y al ser seres
sociales, supongo, que eso impacta en la sociedad que conformamos. Como también
todos somos diferentes, compartiendo a su vez muchas preferencias o intereses
comunes, debemos ser tolerantes, e incluso alentar la diversidad. Justamente es
esto lo que nos hace que seamos seres humanos y no arvejas, o un gran lote de
botones fabricados en serie. Sin embargo, cada vez me indigno más frente a
muchos de los aspectos que, lamentablemente, son característicos de nuestra
sociedad que se manifiestan a través de las conductas de los individuos que la
componen.
Aclaro, de todos modos, que no me refiero a si la
mayoría de la gente mira a Tinelli, o vota a Macri, o si - como una vez dijo
una amigo - muchos hombres pasan toda su tarde libre dejando impecable su auto
mientras su mujer y sus hijos están encerrados en la casa. Toda esta falta de razonabilidad - por decirlo de
algún modo - que algunos podemos encontrar, en última instancia, se podría
resolver argumentando una simple cuestión de gustos. Yo, por ejemplo, detesto
el melón, por lo cual cada vez que paso frente a una verdulería y veo a alguien
comprando uno pienso: "¿Cómo puede
estar comprando un melón? ¿Cómo puede ser que la gente elija y pague por comer
melones con el gusto horroroso que tienen?". Supongo que algo similar
sería explicación suficiente, o al menos válida, para los comportamientos antes
mencionados.
Cortando con el preámbulo, en un intento de que esto
no quede como una catarsis desesperada de un pibe que llegó caliente de su
caminata y se puso a escribir lo que sentía, voy al grano. Creo que hay un modo
simple de demostrar que una gran parte de nuestra sociedad está compuesta por
un grupo de personas a la que el resto de
la gente le chupa un huevo, y para eso sólo basta con salir a caminar un
poco. Probablemente, el acto más característico o tradicional de este grupo sea
el de ensuciar negligentemente su ciudad, arrojando a su paso diversos
envoltorios y envases o dejando su basura en las veredas, en cualquier lugar y
a cualquier hora. Pero hoy hay algo que me molesta mucho más, y es la gente que
tiene sus aires acondicionados descargando sobre las veredas, en una muestra
constante de que no están dispuestos a hacer un mínimo esfuerzo para nada que
no se traduzca en su beneficio personal directo. Supongamos que el que tira un
papel en la calle no se da cuenta de que está ensuciando su ciudad, porque la
ciudad ya está sucia, porque en medio tantos papeles con una simple mirada no
aprecia que su aporte es relevante, porque no sabe si esa es la botella que tiró
el día anterior o si está ahí por el "descuido" de otra persona; pero
cuando uno sale de su casa (o negocio) y nota que la vereda está mojada, que
los transeúntes tienen que esquivar el trayecto del goteo y el charco que eso genera, y no hace nada al respecto, sólo quedan dos opciones: o es un idiota que
no cuenta con suficiente entendimiento para darse cuenta del perjuicio que
genera, o simplemente le chupa un huevo.
Afortunadamente la idiocia y la demencia no son tan
habituales en nuestra sociedad, no así la indiferencia, la inepcia constante. Realmente
me cuesta imaginar el razonamiento de estas personas, ¿cómo no les da vergüenza
saber que es su aire acondicionado está molestando a tanta gente? ¿cómo no
suben corriendo a cortar el incesante goteo de su negligencia? Tal vez parezca
muy poca cosa. Yo creo que poca cosa es la solución: conectar la manguerita del
aire acondicionado a un desagüe o a un bidón, y vaciarlo cuando se llene, o al
encender o apagar dicho aparato. Antes tenía presente algunos casos puntuales,
como el de las oficinas que están a la vuelta de mi casa. El edificio está
justo en una esquina céntrica de la ciudad y en la planta baja hay un
supermercado, por lo que es mucha la gente que cada vez que hace calor tienen
que andar esquivando lo que parece ser una nube o una manada de guanacos
escupiendo todo el día. Pensaba que sólo era eso, unos cuanto desgraciados
casualmente agrupados. Sin embargo, los últimos calores y la masificación del uso
de los aires acondicionados dejan en evidencia, en mi opinión, que el grupo de
gente a la que el resto le chupa un huevo es mucho más grande de lo que
pensaba. Por tanto, cuando observamos que ciertas acciones se repiten con
frecuencia, que hay una estandarización en el comportamiento de los individuos,
podemos decir que eso forma parte de la cultura popular de esa sociedad.
Nuestra sociedad, nuestra cultura. Una cultura con goteras.
3 comentarios:
Necesitamos mano dura y cárcel para los "la-patria-me-chupa-un-huevo" y para los terroristas montoneros. Así se corrigieron las cosas en este país y así deberían volver a corregirse. Muy bueno el programa.
Y usted, en que gotea? o llegado el caso, que propone?
Anónimo' (si ponen Nombre/URL pueden introducir su nombre para poder hacerlo algo más "personal").
La verdad que proponer, como proponer algo novedoso o revolucionario, no se me ocurre mucho. Creo que lo fundamental sería, además de usar estos aparatos lo menos posible, intentar estar atento a las consecuencias de nuestras acciones u omisiones, como así también tomarnos la "molestia" de hacérselo notar a los demás (porque guardo la esperanza de que muchos no se dan cuenta).
Pero la existencia de estos grupos de gente a la que el resto les chupa un huevo, implica que a los que si les importa el resto debemos hacer algo "extra" para poder equilibrar un poco las cosas. Aunque sea con cosas simples, como estas: http://ecocosas.com/eco-ideas/como-ahorrar-agua-y-dinero-con-una-botella-de-plastico/
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