viernes, 25 de abril de 2008

¡Cuidado...! ¡Golpe de Viento!

A principios de este verano nos fuimos a pasar unos días a Mina Clavero con mis padres y mi hermana menor. El paisaje que podíamos ver era muy hermoso. Todo muy lindo, pero, en el asiento trasero, ya estaba aburrido de sacar fotos de montañas y arroyos. Entonces, empecé a hacer caras –más- graciosas y a reírme al verlas. Había encontrado con que divertirme; pero mi hermana dijo: ¡Hay nene dejá de sacarte fotos poniendo caras! Así que deje de divertirme sin molestar a nadie y volví al aburrimiento.



Unos días después, le conté a un amigo que, durante el viaje, me había dado cuenta que todavía me seguía divirtiendo haciendo caras graciosas. Entonces dije, cuando era chico me retaban si hacía caras y decían que me iba a agarrar un golpe de viento. A mi también me decían lo mismo, dijo mi amigo, me asustaban diciendo que a mi primo (que tenía un ojo desviado) lo había agarrado un golpe de viento y quedó así…
¡sabes el cagazo que tenía!



Imagino que todos se divirtieron alguna vez
“haciendo caras”… y que a todos nos amenazaron; de una manera muy sucia. Dejá de hacer esas caras, que te va a agarrar un golpe de viento y vas a quedar así para siempre… para siempre. Entonces uno, inocente en esas épocas, no lo hacía más, aunque fuera muy divertido. Pero esto del golpe de viento no era sólo un invento de mis viejos, todos los padres decían lo mismo… capaz que de eso hablaban en las reuniones de padres de la escuela. A la primera vez que escuchábamos eso, a uno le quedaba la duda y lo seguía haciendo, pero cuando los grandes no veían. Pero, cuando por la calle veías algún chico con los ojos cruzados o con algún problema y preguntabas si eso le pasó por hacer caras, y contestaban que sí, uno se aterrorizaba de verdad y aunque no hubiera adultos mirando, se hacían unas pocas caras a los apurones por las dudas que venga un golpe de viento y nos deje así… hasta que de a poco, dejamos de hacer esto y terminamos por olvidar lo divertido que es.


¡Basta de este cuento!


¡Basta de esta mentira!


Después se quejaban de que nosotros jugábamos mucho con los
videitos y, ahora, se asombran de que los nenes no juegan a nada que no este enchufado a 220v.
Dejen que los chicos sean chicos… porque sino les va a pasar como a mi, que con 20 años todavía me divierto con esto por no haber podido hacerlo durante mi infancia….