lunes, 27 de agosto de 2007

Una pregunta simplemente tonta

Acostado y sin poder conciliar el sueño, y me digo: Bueno, ¿sobre que puedo escribir?. Pero ninguna idea venía a mi mente...
Pensé que iba a ser mucho más simple hallar temas para tratar en este tonto emprendimiento... Y fue solo cuestion de unir esas dos palabras de la anterior oración: simple y tonto... ¡yo!
Pero yo no soy tan simple, así que mejor voy a escribir sobre otra cosa con estas dos características. Una pregunta común y de uso demasiado frecuente hoy en día: ¿todo bien?
¡Qué pregunta boluda!
Si te la hace un amigo o ser querido, no. Pero si viene de alguien con quien no tenés confianza o que recién acabas de conocer, no tiene sentido hacerla. Porque el interrogador, tal vez inconcientemente, está esperando que respondas: “sí, todo bien.” Pero no siempre es así (al menos en mi caso). Entonces, a modo de reflejo, contestamos que sí, aunque no sea así. Pero, ¿por qué este comportamiento? Porque si te digo: “y… más o menos”, o “y… la verdad que no”, me vas a hacer otra pregunta, y más molesta: ¿Por qué? A lo que me gustaría responder: ¡Porque sí! ¿Siempre esta todo bien en tu vida? Porque si es así, te felicito.
Seguramente, si contestaba que sí, no me ibas a preguntar el por qué de esa respuesta.
Por eso es más fácil decir “si, por lo menos”. Y ya está, tema terminado. Si a vos en realidad no te cambia en nada como esté yo, y no tengo ganas de contarte
todo lo que me pasa. Entonces, no hagas una pregunta tan amplia si querés que sea sincero. Mejor pregunta algo más puntual, como ¿la Facu bien?, ¿tu perro bien?, o algo por el estilo.
Imagina una situación y pensá si no es así.
Te presentan una mina y ¿Qué decís?, “Hola, ¿todo bien? Esperando que te diga que si. Porque si no esta todo bien y te dice: “La verdad que no, y como no te conozco, no voy a contarte TODA mi vida, y menos en este momento.” Aunque sea 100% sincera, vas a pensar: justo a la más loca me van a presentar, amigate con la vida flaca…
Por eso, tenemos que ser más concientes cuando hablamos y no hacer preguntas que, si las responden honestamente, no nos van a gustar.

Igual, a todo esto tomalo como de quien viene…
Y para finalizar, una cosita más…
¿TODO BIEN?

lunes, 13 de agosto de 2007

EL MATE: BIEN ARGENTINO

Como probablemente lo mio definitivamente no es escribir, esta vez voy a publicar una muy buena reflexión sobre algo muy nuestro...


(De Lalo Mir, en el programa “Lalo Bla Bla”, Radio Mitre.)

El mate no es una bebida.
Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse.
El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estas con alguien, te hace pensar cuando estas solo.
Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es “hola”, y la segunda, “¿unos mates?”.
Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros.
Pasa entre los viejos del geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan.
Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara.
Peronistas y radicales caban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos.
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un pequeñito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo. Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscaras de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón, con café…
Cuando conoces a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: “¿Dulce o amargo?”. El otro responde: “Como lo tomes vos”.
Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie.
Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre en un día en particular. Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres. Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o esta muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera. Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solos. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones.
El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores… Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena. La charla, no el mate.
Es el respeto por los tiempos de hablar y escuchar, vos hablas mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: “¡Basta, cambia la yerba!”. Es el compañerismo hecho momento. Es la sensibilidad al agua hirviendo. Es el cariño para preguntar, estupidamente, “¿esta caliente, no?”. Es la modestia de quien ceba mejor mate. Es la generosidad de dar hasta el final. Es la hospitalidad de la invitación. Es la justicia del uno por uno. Es la obligación de decir “gracias”, al menos una vez al día. Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir.


¿Por qué llevan lonas los camiones?

El pasado jueves 9, viajando de Córdoba a Ucacha e introduciéndome en los adentros de la llanura pampeana, iba contemplando por mi ventanilla las grandes extensiones de cultivo. Entonces pienso: "Que feo ser una semilla y terminar sembrado en un campo sin nada qué hacer más que germinar, transformarse en una planta y dar muchas semillas más que van a terminar, en el mejor de los casos, igual que uno". Los destinos pueden ser variados, y en todos los casos trágicos; si sos Soja, podrían reventarte para hacer aceite y exportarte hacia otro país con un destino aún más incierto; o tal vez, lo peor, que te manoseen hasta el cansancio, te rebocen y termines en la dieta de alguien como una “milanesa de soja” insulsa y vacía; si sos Trigo, seguramente terminas hecho polvo, harina, y después de que te mezclen y cocinen, terminaras en una mesa familiar, con suerte llenando el estomago de un niño con hambre - al menos este final es feliz para alguien. Si sos Maíz podrías tener un abanico de finales: en un platón de polenta, en una picada con cerveza y gaseosa, siendo aceite de mesa, o molido, para ser comido por diversos animales como vacas, cerdos o pollos; pero si sos Maní probablemente tengas el final más romántico de todos: que te hagan pasta, te cubran de chocolate y te terminen cambiando por un beso en un acto de amor desinteresado…
En mayor o menor medida, todos estos finales son desalentadores para las semillas, entonces me pregunto: “¿Por qué no se revelan contra este sistemas las semillas?”. Pueden saltar del camión cuando son transportadas y ubicarse a orillas de un camino, y una vez allí, sin sustancias agroquímicas de por medio, germinar libremente, sin tener que competir por luz y agua con cientos de plantas que están en la misma situación. Y crecer a gusto, respirando el aire puro pampeano, viendo pasar los autos cada atardecer y contemplando las estrellas por la noche…Entonces, ¡la respuesta pasa frente a mi!: un camión con acoplado (supongo que lleno de semillas) y con una lona haciendo de “techo”. Y ahí comprendí. La finalidad de dichas lonas no es cubrirlas del viento y del agua mientras son transportadas; su objetivo es evitar que las semillas, cansadas de ser reprimidas, escapen hacia la libertad eterna…
Considero que tenemos que hacer algo con esta situación, por mi parte voy a buscar apoyo en ONGs y otros organismos competentes. Pero todos podemos colaborar, podes hacer tu donación llamando al
0800-6 NO-LONAS
( 0800 666 56627 )

¡Todos unidos por la libertad de cereales y oleaginosas!

lunes, 6 de agosto de 2007

Introducción


Bienvenidos, este va a ser un espacio donde voy a expresar mediante textos o fotografías mis pensamientos y sentimientos sobre diversos temas que vayan llegando a mi cabeza y deban ser tratados en este blog dedicado a la reflexión y a la meditación; en este mundo de hoy donde todo va tan deprisa y parece que el tiempo nunca alcanza, voy a demostrarles que no es así y que hay gente que tiene el suficiente tiempo libre como para crear un blog y comprometerse con la tarea de periódicamente escribir sus opiniones para que sus allegados puedan empaparse con conocimientos profundos y, tal vez, un poco atípicos...

En fin, pasen y vean, voy a hacer todo lo posible para que sea un blog interesante como para matar unos minutos frente a la computadora, no esperen grandes cosas aquí. Y sobre todo, tomalo como de quien viene...