martes, 19 de enero de 2010

Haïti

Encendés el televisor y ves imágenes sobre la ayuda que envían para las sufridas víctimas del terrible terremoto que arrasó con Haití hace pocos días. Le lanzan bolsas de comidas desde helicópteros, como si fueran enviadas por Dios desde el cielo; pero estas imágenes me producen cierta incomodidad, parece que estuvieran tirándole maíz a cerdos hambrientos, todos amontonados intentando conseguir algo, algo que puede ser lo único con lo que cuenten para alimentarse o vestirse.

Escuchás la radio y también se habla del mismo tema, de la ayuda enviada por Argentina y Latinoamérica, así como por otros países muy desarrollados y, por lo tanto, mucho más solidarios. Los periodistas agregan estadísticas económicas del país para que entendamos mejor la situación en la que esa gente vive; que es el país más pobre del continente americano, que la amplia mayoría es analfabeta y se dedica a la agricultura de subsistencia, y demás datos igual de terribles, siempre aclarando que estos datos están basados en la situación “antes del terremoto”. O sea, ahora que paso esta catástrofe todos nos compadecemos y horrorizamos ante las condiciones en las que ese país se encuentra; pero antes no era un tema relevante para exponerlo en los medios de comunicación.
Me cuesta creer que un país pueda ser “naturalmente” tan pobre, recuerdo haber leído que los Estados Unidos de Norteamérica han intervenido en numerosas ocasiones en ese país; entonces, empiezo a buscar algo en Internet y enseguida encuentro muchas respuestas a mis dudas. Enumero unos pocos puntos muy reveladores:

  • En 1910, Citibank compró una parte importante del Banque de la République d'Haïti, banco central que disponía del monopolio sobre la emisión de billetes. El mismo año, un consorcio internacional de bancos refinanció la deuda de Haití y tomó el control de las finanzas del país.
  • El Banco de la Nación, que se convirtió en sucursal del Citibank que fue criticado por prácticas injustas, como la negativa a pagar a Haití los intereses sobre el dinero depositado en sus cuentas, intereses que pagó después de 1922, pero sólo un porcentaje del 2%, en vez del 3,5% concedido a los demás depositarios.
  • El ejercicio de la presidencia de Aristide fue un buen ejemplo de la interferencia del gobierno estadounidense en los asuntos internos haitianos. Ellos mismos restituyeron a Aristide cuando fue derrocado en 1991.
  • En su tercera presidencia de 2001 a 2004 -segunda constitucionalmente hablando-, Aristide dió un giro hacia una política izquierdista restableciendo las relaciones diplomáticas con Cuba y acercandose a la Venezuela de Hugo Chávez, lo que le granjeó la antipatía de Estados Unidos.
  • En 2004, Aristide es derrocado y trasladado a Sudáfrica, su cargo como presidente lo toma Boniface Alexandre. Éste solicitó a Naciones Unidas su intervención con el envío de una fuerza militar multinacional, integrada por efectivos de Estados Unidos, Francia, Canadá y Chile, con el fin de evitar una masacre nacional, motivada por el descontrol y la violencia imperantes.
  • En abril de 2004, el mandato es tomado por la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), la que se sigue desarrollando hasta el día de hoy.



Me parece que este país, el primero en abolir verdaderamente la esclavitud - tres años antes que Inglaterra -, ya estaba desbastado desde mucho antes y no por obra de la naturaleza o el destino.

3 comentarios:

ko_0mflor dijo...

Muy interesante nacho! espero seguir leyendo este tipo de reflexiones en el futuro

Saludos!

Alfonsina dijo...

Creo que tenés toda la razón! Y no es por desmerecer a nadie pero... tanto periodista, tanto comunicador social dando vuelta y tengo que venir a leer un blog para empaparme un poco de la vida real?, en fin, buen post nacho! saludoss!

Félix Ornot dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.